¿Ciberbullying en tu salón de clases?

Al vivir en un mundo digitalizado, el “bullying” se ha trasladado también a las TIC, en donde su límite en realidad, NO tiene límite. A esto se le llama Ciberbullying. Podemos creer que como estos aparatos están prohibidos en clase esto no sucede en el horario escolar; sin embargo, este tipo de acoso se extiende hasta el último rincón y como docente tienes una gran responsabilidad.
El maestro por ser una autoridad de confianza, suele ser el primer contacto de ayuda por parte del alumno agredido; y como ventaja y oportunidad, es una autoridad que influye en el resto de los compañeros, entre ellos el agresor.
Si en tu salón de clases encuentras un alumno con las siguientes características, puede que sufra de ciberbullying:
Se muestra triste y nervioso.
Lo encuentras desmotivado para asistir al colegio.
Su relación social disminuye.
Muestra ansiedad, irritabilidad, llanto o rechazo frente a algunos gadgets.
Tener un historial de episodios de acoso en el centro escolar.
Algunas de las acciones que puedes llevar a cabo son:
Si el alumno no se acerca a ti, trata de hacerlo hasta donde él te permita.
Si no requiere de tu ayuda, sugiere que pida ayuda a alguien más.
Si te platica lo sucedido, infórmate, oriéntalo e invítalo a pedir apoyo de las autoridades.
Realiza pláticas y actividades para sensibilizar a los alumnos y fomentar la empatía.
Como maestros tenemos el compromiso de construir una cultura de paz en el aula, fomentando una sana convivencia que, del salón de clases, trascienda en la armonía de la sociedad.