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Temporada de películas de terror en casa: conoce los efectos en niños y adolescentes

Los medios de comunicación, especialmente las películas, nos permiten proyectarnos, identificarnos y emocionarnos con los personajes, pero… ¿Qué pasa cuando esos personajes nos producen miedo?

 

Al igual que sucede entre los adultos, cada niño o adolescente es más o menos sensible a estas películas; sin embargo, es importante tomar en cuenta que los niños menores de 7 años no son capaces de diferenciar la realidad de la fantasía; aunque papá y mamá le digan que eso no existe, en su mente aparece como si fuera tan real como cualquier otra cosa.


Algunos estudios del NIMH (Instituto Nacional de Salud Mental, por sus siglas en inglés) concluyeron que en los niños (y algunos adolescentes) expuestos a películas de terror pueden dejar efectos duraderos como: ansiedad, agresividad, evitación a situaciones similares, obsesión por escenas de la película, pesadillas y aversión a la sangre; así como otras menos frecuentes pero con mayor gravedad como: gritos, temblores, estremecimientos, malestar estomacal, excesiva dependencia de los padres, parálisis, sudoración, fiebre, escalofríos y pérdida del apetito.


Common Sense nos da las siguientes recomendaciones:

  • Para padres de familia en general: mantente al pendiente de que lo que ven tus hijos sea apropiado y pon tu cara de “póker” cuando hay una escena de miedo; hay estudios que comprueban que los niños se aterran más si ven que los padres de asustan.

  • Si tienes hijos pequeños: revisa más allá de la clasificación, ya que, aunque sean caricaturas, hay escenas que causarán en él gran impacto; si tienen entre 2 y 7 años responden muy bien a remedios mágicos para sentirse seguros; si tienen entre 8 y 10 años, pueden mostrar gran interés en estas películas, cuida solo que no tengan escenas de daño físico ni sangre.

  • Si tienes hijos en secundaria: ya pueden ver películas de terror, cuida que no tengan escenas muy sangrientas o daños físicos graves. Platica con ellos después de la película, así sabrás si son capaces de seguirlas viendo.

  • Si tienes hijos en preparatoria y les gusta ver películas de terror: cuida que no contengan escenas gráficas de violencia con sexo, no es una buena combinación para los cambios hormonales que presencian en esa etapa.


Toma en cuenta que las imágenes que se presentan en las películas, especialmente aquellas que nos perturban, se presentan con frecuencia en nuestra mente, incluso mucho tiempo después de haber terminado de verla. Los adultos procesamos con mayor facilidad esta información que los niños y adolescentes, ya que tenemos la experiencia para poner el terror en perspectiva, por lo que el daño en ellos puede ser mucho mayor.


Supervisa lo que ven tus hijos y platica con ellos al respecto, analiza qué tan sensibles son para ciertos contenidos. Si normalmente son ansiosos, tímidos o si tienen problemas para distinguir la fantasía de la realidad, no permitas que las vean y enséñales a no exponerse a ellas.

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