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Imitan todo lo que ven, qué hago: Parte uno


Alejandra, joven y soltera, dedica gran parte de las tardes a cuidar a sus sobrinos Pablo y Sofi, de 9 y 4 años. Al principio dejaba que los niños se sentaran junto a ella pare ver telenovelas durante horas. Son embargo, ha notado que los niños han empezado a imitar un par de actitudes de los personajes que no le gustaron.

 

Lo que ocurre es que Pablo y Sofi, al igual que todos los niños, son las personas más vulnerables ante la exposición a las pantallas: televisión, cine, videojuegos, comerciales, etc. Esto es así porque el período de la vida en el que somos más receptivos para aprender comportamientos es la infancia. En ella, el aprendizaje se lleva a cabo a partir de la imitación de modelos. (Yarce, 2000)


El aprendizaje se hace de forma natural y con la cooperación de la persona durante sus períodos sensitivos, que son los lapsos de tiempo que predisponen a una acción. (Corominas, 1993) Por ejemplo, a partir de los 6 años los niños aprenderán más fácilmente sobre laboriosidad, fortaleza y generosidad. Como educadores debemos tomar en cuenta estos períodos para sacarles el mayor provecho y procurar que los pequeños cuenten con ejemplos positivos que imitar.


Se hace necesario recordar que el niño no solo ve, sino que quiere poner en práctica lo que ve (Yarce, 2000) Esto evidencia la incapacidad de los niños para diferenciar claramente la realidad de la fantasía. Y, por lo tanto, lo que es verdadero de lo que no lo es.


En este sentido, qué podemos hacer si los niños ya han tomado comportamientos de las pantallas. A continuación te ofrecemos algunas medidas que puedes llevar a la práctica de inmediato.

Dejar de ver los programas o videojuegos que notamos que refuerzan conductas negativas.


1. Procurar ser un modelo positivo que imitar.


2. Hablar frecuentemente con carió y sencillez acerca de las actitudes negativas que han tomado y motivarles a reforzar lo que hacen bien. Si han sido ordenados o generosos con sus juguetes, reconocerlo.


3. Estimular el estudio y la práctica de algún deporte. Los niños también necesitan liberar ansiedad, estar alegres les ayudará a imitar con mayor facilidad actitudes positivas.


4. Compartir con ellos los programas, películas y videojuegos que les gustan.



¡Ánimo! Con estos primeros pasos notarás una diferencia considerable en los niños. Pronto podrás llevarlos a cabo sin darte cuenta.

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