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Tengo miedo de lo que les puede pasar a mis hijos en la escuela


El triste suceso ocurrido el día de ayer, 18 de enero, en Nuevo León, Monterrey, era algo que nunca antes había sucedido en México y que creíamos estar libres de presenciar; sin embargo, más que escamarnos, emitir juicios y encontrar culpables, es una gran oportunidad para tomar cartas en el asunto y prevenir para que no vuelva a suceder.

 

Violencia genera violencia, ¿cómo sucede esto? Nuestro cerebro contiene una gran cantidad de neuronas espejo, responsables de la empatía que sentimos todos los seres humanos. Cuando vemos contenidos violentos, nuestro cerebro realmente vive ese suceso como si fuera real, la frecuente exposición a estos contenidos apaga los sistemas de empatía debido a que nos desensibiliza, al punto de no sentir dolor y perder de vista las consecuencias de esos actos.


El área de nuestro cerebro que produce las emociones, no es la misma que el que las regula; los niños y adolescentes encuentran mayor dificultad para controlar las emociones que producen, requieren para ello de cierta madurez y educación de la afectividad; la cual se forma con la orientación de los padres de familia, de la escuela y de su propio desarrollo.


Como padres de familia y maestros, es nuestra labor estar cerca de ellos, cuidarlos, orientarlos y protegerlos. Los niños y adolescentes no cuentan con la madurez para enfrentar por sí solos la inmensidad de contenidos a los que están expuestos cuando ven la tele, juegan videojuegos, o navegan en internet. O incluso fuera de la tecnología, existen malas influencias o experiencias sociales, familiares o personales que pueden estar afectándoles gravemente.


Lamentablemente no existe un botón que borre de nuestro cerebro lo sucedido, pero sí hay acciones que como educadores podemos hacer para prevenir que se vuelva a repetir:

  1. Comunicación y escucha activa, una comunicación efectiva mitiga riesgos en todos los sentidos de su desarrollo. Pregúntales sobre lo que hacen en las redes, en sus tiempos libres, lo que sucede en la escuela, y en todas las actividades que realizan; y si algo no te parece no lo regañes, explícale y enséñale las consecuencias de sus actos.

  2. Los aparatos deben ser utilizados siempre y cuando se encuentren en áreas comunes, no en sus cuartos ni mientras están solos.

  3. Debemos estar al pendiente de lo que ven y hacen dentro y fuera de internet sin asfixiarles, haciéndoles sentir que confiamos en ellos; un sano balance abrirá el diálogo en caso de que tengan alguna inquietud y evitará que el hijo haga lo posible por encontrar espacios de privacidad que puedan ponerle en riesgo.

  4. Es importante controlar el tiempo de uso de cada uno de sus dispositivos.

  5. Los videojuegos, internet o chat se deben dejar de utilizar por lo menos una hora antes de dormir; esto evitará el insomnio digital y las alteraciones del sueño.

  6. Estar al pendiente de cambios en su conducta, introversión repentina, pérdida de relaciones sociales, mayor agresividad, intolerancia, alteraciones del sueño, cambios en su alimentación, entre otros; y en caso de presenciarlos acercarse a ellos o si es necesario acudir a un especialista.

  7. Configurar los controles parentales en los dispositivos que tengan tus hijos.

  8. Organizar actividades variadas que enriquezcan su desarrollo social, físico y emocional como hacer algún deporte, aprender un instrumento, algún juego en familia, inscribirse a círculos sanos de convivencia, entre otros.

  9. Informarse sobre la clasificación de lo que ven o juegan tus hijos, al igual que de los contactos y grupos que tienen en sus redes sociales (recuerda que un amigo y un contacto no es lo mismo, pero ambos pueden influir en ellos).

  10. Informarse y acudir a un especialista en caso de que no sepas cómo tratar algún tema que te inquiete sobre tus hijos


Los medios de comunicación tienen un gran impacto en cada uno de nosotros, tanto para bien como para mal, por ello, es momento de que nos adentremos en el mundo tecnológico y acompañemos a nuestros hijos en su camino por esta era digital. Recordemos que no se trata de prohibir, se trata de educar.

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