El reto de “La ballena azul”, un riesgo para la vida de tus hijos

En días anteriores ha cobrado gran importancia en redes sociales y demás plataformas de comunicación un reto que se hace llamar “La ballena azul”. En él, se invita a los jóvenes a terminar con su vida tras cumplir con 49 retos previos. Aquí encontrarás información útil sobre el reto y cómo prevenir que tus hijos se involucren.
Cada día gran cantidad de contenidos se vuelven virales en las redes sociales, puede tratarse de videos, fotografías o iniciativas para alguna actividad. Lamentablemente, no todo lo que se vuelve popular es por ser gracioso o interesante; a veces los usuarios de Internet también dan cabida a iniciativas que resultan potencialmente dañinas. Tal es el caso del alarmante juego "Blue Whale”, del cual es importante que los padres de familia se mantengan al tanto de qué es, en qué consiste y cómo proteger a sus hijos de él.
Este reto comenzó en Rusia, en donde distintos medios dieron nota sobre una gran ola de suicidios de adolescentes. Los reportes que hubo de las muertes estaban vinculados con una red social similar a Facebook llamada Vlontakte. En esta red se crearon grupos anónimos a los que se unían decenas de jóvenes para participar en lo que llamaron “El reto de la ballena azul”. El nombre proviene de la decisión que toman esos gigantescos animales de quedarse en las playas para morir.
Philipp Budeikin, el joven ruso creador de este juego, fue arrestado por las autoridades rusas tras haber creado 8 comunidades virtuales que defendían abiertamente el suicidio. Budeikin admitió que su propósito es "limpiar" a la sociedad, empujando al suicidio a quienes él consideraba inútiles. Explicó que para lograr esto les brindaba la calidez y comprensión con la que no contaban en sus vidas diarias.
Los niños y adolescentes son "invitados" o “elegidos” al azar vía Facebook para superar una prueba que dura 50 días. Estos retos, cuya gravedad aumenta gradualmente, van desde ver videos de terror y psicodélicos en la madrugada o durante todo el día, hasta autoflagelarse y finalmente, lanzarse de un edificio.
Deben comprobar el cumplimiento de estos retos a los llamados "tutores en línea", que utilizan perfiles falsos en Facebook y reparten mensajes con los desafíos por medio de esa red social o a través de WhatsApp en grupos cerrados.
El fenómeno se extendió rápidamente a través de las redes sociales al punto de que existe un grupo en español que tiene más de 15.000 miembros, pero también los hay en inglés, portugués, francés, ruso y otros idiomas tanto en Facebook como en YouTube y Twitter.
Por fuerte que esto parezca, entrar en pánico y privar a nuestros hijos de la tecnología no es la solución. Por ello te hacemos las siguientes recomendaciones:
Mantén una comunicación abierta con tus hijos, en cualquier momento y cualquier lugar.
Sé muy receptivo con su comportamiento.
Dale a conocer los riesgos que puede encontrar en este y otro tipo de plataformas.
Pídele que configure la privacidad de sus redes sociales y que no acepte la invitación de personas que no conozca, aunque sea amigo de un amigo.
Insístele que nadie debe invitarle, sugerirle u obligarle a hacer algo que no quiere o le hace sentir incómodo.
Si recibe amenazas pide que te notifique inmediatamente, es mejor juntos encontrar una forma de solucionar estos sucesos que atemorizan a los niños y jóvenes.
Dedica un tiempo especial a platicar con él sobre lo que hace y con quién platica en las redes sociales.
Si crees necesario, activa los controles parentales en los dispositivos, puedes hacerlo directamente en la configuración de los celulares y tabletas, o puedes descargar aplicaciones que atiendan tus necesidades concretas.
Controla el tiempo, lugar y contenido al que acceden tus hijos. Puedes hacer un convenio en el que involucres a toda la familia a hacer un uso seguro y de mutuo apoyo.
Recuerda que nuestros hijos no tienen la madurez para enfrentar por sí solos la inmensidad de contenidos a los que están expuestos cuando navegan en Internet. Incluso fuera de la tecnología, existen malas influencias o experiencias sociales, familiares o personales que pueden estar afectándoles gravemente; y tu cercanía, comprensión y cariño pueden salvarle de muchos riesgos.