5 tips para concentrarse en un examen

Jorge califica el examen de su alumno, está muy emocionado porque hasta ahora ha tenido todo bien; da la vuelta a la página y… ¡Se le pasó responderla! Como maestro/a seguramente las páginas sin contestar, faltas básicas de ortografía y otros errores sencillos son tu pesadilla. Estas clásicas equivocaciones pueden evitarse mediante la concentración ¡Salva a tus alumnos de esos puntos menos!
Los nervios, la prisa por salir primero que todos, las ganas de ir al baño y ponerse a pensar en el fin de semana. Todo esto puede pasar por la mente de tus alumnos mientras resuelven un examen. Aunque haber estudiado es un elemento clave para obtener una buena calificación, los niños son cada vez más dispersos ya que sus periodos de atención son cada vez más cortos por la tendencia multitasking a los que nos vemos arrastrados en esta era de la comunicación. Por lo que la falta de concentración puede traicionar hasta a los más aplicados.
¿Cómo ayudarlos?
1. “Para el examen de mañana estén aquí puntuales.” Esto aplica para maestros y alumnos. Llegar corriendo a resolver el examen no es un buen comienzo. Calcula bien el tiempo para que puedas dar las instrucciones y repartir las pruebas con calma.
2. “Les va a ir muy bien.” “Sé que ustedes pueden.” Dales confianza. Las frases alentadoras son poderosas y más si vienen de ti, fortalece un poco su autoestima antes del examen y comunícales las instrucciones de manera clara y tranquila. Ese será el mejor comienzo. Evita comentarios estresantes como: “Recuerden que reprobar este examen los afectará mucho.”.
3. “Antes de empezar, ¿alguien quiere ir al baño?” Recordar el natalicio de Benito Juárez puede ser más complicado si tu alumno/a tiene ganas de ir al baño o se le está escurriendo el moco. Deja que atiendan sus necesidades antes de iniciar para evitarse distracciones durante el examen.
4. “Lean bien cada pregunta, aquí hay papel extra por si necesitan.” Ayúdalos a que resuelvan el examen de manera ordenada, leyendo las instrucciones con calma y evitando amontonar sus respuestas, ya que esto puede confundirlos mucho. Proporciónales el espacio necesario para que hagan sus anotaciones con calma.
5. “Inhalen profundo, exhalen.” Hay estudiantes que por naturaleza son más nerviosos y tienden a preocuparse, aunque hayan estudiado toda la tarde anterior. Los ejercicios de respiración los ayudarán a reducir la tensión antes y durante la prueba para que no se les nuble la mente por la preocupación.
Aunque parecen muy sencillas, estas 5 medidas son una mano amiga que puedes tenderle a tus estudiantes antes de un examen particularmente importante o complicado. Sabemos que quieres que les vaya bien, pero no puedes hacer todo por ellos. No te preocupes, tus palabras y tus acciones son grandes aliados para darles confianza y tranquilidad.
Pon a prueba estas medidas,
los ayudarás a evitarse esos errores sencillos
pero traicioneros que terminan afectando su calificación.