¿Por qué mis alumnos no ponen atención?

Es la tercera vez que Marta se levanta a tirar la basura, Carlos no ha parado de contemplar el techo y Fernanda está pintando bigotes a las fotografías de su libro. Como maestro/a, sabes cuando no te están poniendo atención ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué hacer para recuperarla?
¿Te ha pasado que, aunque preparaste una clase de la mejor manera, no consigues la reacción que esperabas? No te preocupes, la falta de atención no siempre es responsabilidad del/a maestro/a. Hay dos tipos de factores que influyen en esto:
Motivos internos: Están relacionados con la vida personal del alumno; puede que esté triste, que haya dormido mal la noche anterior, que no haya desayunado o incluso algún problema de concentración que no ha sido tratado.
Motivos externos: Tienen que ver con el entorno del salón de clases, éstos sí puedes controlarlos.
Sabrás que se trata de un motivo externo cuando la mayoría del grupo se encuentra distraído; si es así, habrá que hacer algunos cambios para modificar el ambiente de la clase.
Ayúdales a poner atención
En la siguiente lista encontrarás elementos importantes para la concentración ¿Identificas alguno que te gustaría añadir a tus clases?
Descansos: Se recomienda una pausa de 10 minutos por cada 45 minutos de clase. La atención no es permanente; dependiendo de la edad, hay un límite de tiempo por el cual podrás mantener la concentración de tu salón. Los descansos los ayudarán a sacar energía y prepararse para estar 100% en tu clase.
Participaciones: Sabemos que lo que tienes para explicar a tus alumnos es muy importante, pero a ellos también les gusta contribuir. Detente de vez en cuando para que hagan aportaciones. Así ayudarás a que se sientan parte de la clase y no solamente observadores.
Anécdotas y videos: Las historias, imágenes y videos ayudarán a dar variedad a la clase y a comprender mejor los temas.
Actividades para la concentración
Te sugerimos algunas actividades que ayudan a calmar la mente y a trabajar la concentración, el razonamiento y la creatividad.
Juegos de mesa- En especial aquellos que fomentan el uso del razonamiento y el análisis.
Manualidades- Como colorear mandalas o hacer papiroflexia.
Puzzles- Juegos como el Sudoku, crucigramas o sopas de letras.
Ejercicios de relajación- Como rutinas de respiración o unos minutos para meditar.
Pon en práctica estas medidas con tus alumnos, haz pruebas hasta que poco a poco encuentres la mejor manera de hacer que la clase sea un intercambio en el que todos se sientan involucrados y aprendan el uno del otro.