Responsabilidad de las Audiencias y los Medios en casos de emergencia

Desde AFM hacemos un llamado a compartir información con responsabilidad, medios y audiencias. En momentos de crisis como los que se viven por el Covid-19, difundir información imprecisa o sin sustento, puede generar pánico.
El libre acceso a la información es una extensión de la libertar de expresión, es parte de los derechos humanos. En la actualidad es un derecho que no solo implica a las audiencias, sino a los medios. No es solo el acceso a la información, sino a los medios que la producen y distribuyen. Hablamos de medios en todas sus modalidades: radio, televisión, prensa, medios digitales; incluso las redes sociales.
Las noticias falsas en situaciones de emergencia como la que estamos viviendo, son un enemigo real y poderoso. En días pasados fuimos testigos de cómo en medios se anunció la muerte de José Kuri, incluso en portales de confianza y de alta reputación. Noticias que posteriormente se invalidó. Circulan en redes campañas de difamación en redes sociales que han provocado pánico. La información falsa o equivocada, lo que produce es: pánico.
Los medios son indispensables en la pandemia que estamos viviendo, así que tienen que tomar en cuenta que la población necesita información verídica, oportuna y confiable. No se trata de rating, ni de competencias. Se trata de generar una ciudadanía informada que cuente con las herramientas pertinentes que provoquen que la ciudadanía responda de la manera que se necesita, ante el complejo contexto que se vive, pero sobretodo, que nos cuidemos. En resumidas cuentas, se trata de ética.
No se trata de politizar la información, se trata de acercarla a la ciudadanía, ante huecos de información lo que se provoca es que sean llenados con rumores, noticias falsas y tendenciosas. Se trata de hablar de hechos y no de inventar historias que causen alarma con el fin de obtener atención, o más seguidores.
Estudios revelan que la información más alarmante es la que se mantienen en la conversación común, no importa la fuente de la misma, solo se recordará aquella que causa impacto, y que a pesar de que se haya desmentido, sigue en el ideario común, se comparte y se crea una historia paralela ante la situación. Razón por la que los medios tienen que ser tres veces más cuidadosos con verificar sus fuentes, antes de difundir.
Otro factor a considerar, es el que ante situaciones de emergencia mundial como ésta, las emociones negativas se exasperan, depresión, ansiedad, pánico, etc. Emociones que nublan la razón y por más inverosímiles que puedan ser las notas, si me causa alarma, la difundo, sin tomar en cuenta el impacto que pueda generar.
Los ciudadanos podemos ampararnos ante el cúmulo de información si nos tomamos un momento para:
Verificar las fuentes
Compartir información que sea verídica
Informarnos de fuentes oficiales
Estar al pendiente de medios de comunicación
Atender las indicaciones
Al igual que la audiencia los medios están obligados a:
Ser éticos
Corroborar sus fuentes antes de difundir cualquier tipo de información
Generar campañas confiables de información
Hablar con expertos del tema
Hacer uso de un lenguaje entendible para la audiencia
Considerar a las audiencias con capacidades diferentes
Citar fuentes
Recordemos que los responsables de generar alarma en la sociedad,
somos todos.